#NoesNormal
Las reglas abundantes no son normales. Comprueba los tratamientos que tienes a tu disposición.
Son muchas las mujeres que aún dudan a la hora de acudir a la consulta ginecológica para comentar que tienen una menstruación abundante. Las menstruaciones abundantes y, por extensión, los sangrados uterinos abundantes se reconocen como una enfermedad para la que existe tratamiento. Si crees que tu estilo de vida actual está condicionado por tu menstruación, es hora de que acudas.
Además, es importante no descuidar los programas de prevención de cáncer de cérvix (citología) y cáncer de mama (mamografía)
¿Qué esperar de la visita?
1. Pide cita con un ginecólogo
con el que tú te sientas a gusto y cómoda.
2. Elige una fecha adecuada
Intenta que coincida con un día que no tengas la regla, pero si tienes muchos dolores, acude cuando sea necesario. No hay problema en la exploración, tan solo que no se podrá realizar la citología.
3. Aborda directamente el tema que te preocupa
Así, el ginecólogo responderá todas tus preguntas detalladamente. Es probable que te pregunte también por otros aspectos de salud.
4. Prepara bien la cita.
El ginecólogo te hará distintas preguntas para conocer más tu situación y sería recomendable tenerlas apuntadas. Así no olvidarás comentarle nada en la consulta y no saldrás con dudas.
Algunos consejos prácticos
Saca el tema enseguida: no eres ni la primera ni la última mujer que llega con el mismo problema a una consulta ginecológica. El ginecólogo ya ha oído hablar sobre reglas abundantes muchas veces a otras mujeres, ¡coméntale todas tus dudas!
Tienes que contarle cómo te afecta la menstruación abundante en tu vida: qué consecuencias tiene, tus estados de ánimo y los síntomas físicos.
Por último, no tengas miedo de hacer preguntas. Pregúntale todo lo que quieras, ¡siéntete libre! El ginecólogo te solucionará todas tus dudas
Durante la consulta, el ginecólogo te hará distintas preguntas para saber la duración de tus reglas, su cronología y también su abundancia con el objetivo de conocer las causas. Es probable que te pregunte sobre tu salud en general y antecedentes personales y familiares al comenzar la entrevista. Es importante para conocer tu situación general.
La definición de menstruación abundante es bastante subjetiva y, por ello, para poder evaluarlo objetivamente, el ginecólogo puede pedirte que calcules tu sangrado menstrual en función del número de compresas y tampones que utilices al día o la cantidad de veces que vacías tu copa menstrual.
El ginecólogo también te preguntará si has sufrido algunos de los síntomas que provoca la anemia: palidez, falta de aliento al realizar un esfuerzo, fatiga persistente, palpitaciones, mareos, vértigos, dolores de cabeza, dificultad para concentrarte, dificultad para realizar actividades habituales, agotamiento físico, emocional o psicológico… En caso de que tenga dudas, tendrás que realizarte un análisis de sangre para comprobar si padeces o no anemia. Si te has realizado alguno recientemente es conveniente que aportes el resultado.
La exploración básica consiste en primer término en un examen con el espéculo para ver la vagina y el cuello del útero, además de inspeccionar los genitales externos. Se puede aprovechar este momento para realizar la citología.
En segundo lugar, te realizará una exploración mediante tacto bimanual, que consiste en la palpación con los dedos a través de tu vagina, para determinar las condiciones de tus genitales internos.
Con mucha probabilidad te realizará una ecografía del útero y de los ovarios, generalmente con sonda a través de tu vagina, aunque también se puede completar con una ecografía desde el abdomen. La visión transvaginal suele ser más precisa y determinante.
Es posible que el médico realice distintos exámenes, además de los mencionados anteriormente:
Histeroscopia diagnóstica: examen en el que se visualiza el interior de la cavidad uterina con una minicámara introducida a través del cuello del útero con ayuda de una pequeña cánula.
Biopsia del endometrio (+/- cuello uterino): se toma una muestra del revestimiento del cuello uterino o del endometrio y se envía al laboratorio para su análisis.
Solicitud de analíticas: en particular para el SMA es muy interesante el control de la anemia mediante la determinación de hemoglobina en sangre.
No te preocupes si el ginecólogo solicita una prueba de embarazo o de clamidia, ya que forma parte de las pruebas rutinarias para el diagnóstico.