Alteraciones en las fases de nuestro ciclo menstrual pueden ocasionar que nuestras reglas sean más abundantes de lo habitual. La menorragia se ha asociado a la anovulación o falta de liberación de ovulo.
Este hecho además puede afectar a nuestra posibilidad de lograr el embarazo. Una adecuada gestión del estrés o una alimentación saludable facilita que nuestros ciclos menstruales sean adecuados.
Fases habituales de un ciclo menstrual
El ciclo menstrual suele tener una duración que oscila entre 25 y 36 días. Se trata de un proceso cíclico, es decir, que finalizadas las fases que lo componen, estas vuelven a suceder de nuevo. A excepción de que se produzca un embarazo.
Nuestro ciclo menstrual se compone de tres fases de duración variable:
- La primera fase es la fase folicular, previa a la liberación del óvulo. Se inicia el primer día del sangrado menstrual. Su duración suele ser alrededor de 14 días.
- Posteriormente tiene lugar la fase ovulatoria y suele durar entre 16 y 32 horas. En esta fase es cuando se produce la liberación del ovulo.
- Por último, se produce la fase lútea, después de la liberación del óvulo. Tiene un duración de 14 días y finaliza justo cuando comienza la menstruación.
Anovulación, causa de la menorragia
En el caso de las mujeres que sufren reglas abundantes, sus fases de ovulación pueden verse alteradas. En concreto, la fase ovulatoria. Con la menorragia, es posible que esta fase no se produzca, es decir, ocurriría lo que recibe el nombre de anovulación.
La anovulación es la ausencia de la segunda fase del ciclo menstrual, es decir, la fase de ovulación u ovulatoria. Al no producirse, los ovarios no liberan óvulos y puede suponer un desequilibro hormonal. Con la anovulación nuestro cuerpo no produciría la progesterona lo que podría alterar nuestros ciclos menstruales y ocasionar menorragia.
Los principales síntomas que están relacionados con la anovulación son un sangrado menstrual irregular o anormal. La ausencia de la fase ovulatoria puede ocasionar tanto ausencia de menstruación (amenorrea) como que tus ciclos sean más abundantes o largos de lo habitual (menorragia)
Anovulación y menorragia, alteración de la fertilidad
Como hemos visto en contenidos anteriores del blog, la menorragia como tal no altera nuestra capacidad reproductiva. Lo que sí interfiere en nuestra fertilidad son las causas que provocan que nuestras reglas sean abundantes o alguno de los tratamientos.
Los pólipos, los miomas o los ovarios poliquísticos son algunas de las causas de menorragia que pueden afectar a nuestra fertilidad. A estas, habría que añadir los desequilibrios hormonales, alteración que se produce con la anovulación.
Con la anovulación el óvulo no se libera y, por tanto, no puede ser fecundado, de ahí la imposibilidad de lograr el embarazo. De hecho una de las causas más habituales que alteran nuestra fertilidad es la anovulación. Se estima que 1 de cada 4 casos de infertilidad se producen debido a la ausencia de liberación de óvulos.
¿Por qué se produce la anovulación?
Existen varias causas que explican el hecho de que no se liberen los óvulos. Entre las principales encontramos:
- El estrés o alteraciones emocionales pueden provocar alteraciones en nuestros ciclos menstruales.
- La anovulación también se ha relacionado con trastornos de la alimentación como la anorexia nerviosa o la bulimia.
- Practicar deporte en exceso también puede interferir en nuestro ciclo menstrual.
- El síndrome de ovario poliquístico (SOP) también es un factor de riesgo en el desarrollo de anovulación. ¡Recuerda! El SOP también puede provocar que tus reglas sean abundantes.
- Alteraciones en la tiroides como el hipotiroidismo.
- Nuestro peso corporal también es condición de riesgo. Tanto si tenemos un peso por debajo de lo recomendado como si sufrimos sobrepeso u obesidad.